La acción de dormir es fundamental para el ser humano, desde que nacemos hasta nuestra
madurez nuestros habitos de sueño se van modificando.
La Organización Mundial de la Salud OMS insiste en que dormir no es un placer sino una
necesidad y recomienda dormir al menos 6 horas al día, en el caso de un adulto mayor el sueño es menos profundo y mas entrecortado que en una persona joven, por lo que en muchos casos el
sueño es insuficiente.
La falta de descanso puede producir problemas gástricos, apatía, incremento del apetito y
desequilibrio en el rendimiento diario. En descanso equilibrado nos capacita para disfrutar plenamente de un nuevo día de una forma más saludable, dado que nuestra mente y el cuerpo
han descansado.
Según un estudio ( Consesus Development Conference) más de mitad de la población mayor de 65
años que viven en sus casas tienen algún trastorno del sueño y el porcentaje aumenta a 2/3 cuando se trata de mayores institucionalizados.
El trastorno del sueño más frecuente en los mayores es el insomnio, entre un 16 y 38,4% de los
mayores tienen problemas de este tipo. También es muy frecuente el síndrome de apnea del sueño, este síndrome consiste en una interrupción de la respiración con una duración de 10
segundos o más. En la persona mayor se diagnostica como patológico cuando hay más de 10 apneas en una hora de sueño. Entre un 30 y un 50% de los mayores normales tienen 20 o más
episodios apneicos durante la noche, siendo dichos episodios provocados por el uso de antidepresivos y alcohol.
Por último, cabe destacar el Síndrome de Piernas inquietas, este aparece en un 5% de la población
anciana. Este síndrome se caracteriza por una sensación de incomodidad (hormigueo, quemazón) en las piernas durante periodos de reposo.
Disponer de un equipo de descanso adecuado, de calidad y en buenas condiciones es
fundamental para llevar una vida saludable, que nos permita afrontar el día con mayor vitalidad y
prolongar nuestros años de vida.